lunes, 7 de diciembre de 2015

Las Islas de Nadie (4)

Playa de arena rosada, La Orcchila

Entre las islas que integran las Dependencias Federales hay algunas con potencial turístico como Los Roques, La Blanquilla o La Tortuga. Hay otras que, carentes de playas u otros atractivos, son de vital importancia geopolítica, como es el caso de Los Monjes, Isla de Patos e Isla de Aves .

Pero hay una de gran belleza natural, con hermosas playas de arenas blancas y rosadas. Lamentablemente esa isla es prácticamente desconocida para los turistas. Me refiero a La Orchila.

En 1938 junto con otras islas pasó a formar parte de las Dependencias Federales creada por ley ese mismo año. Hasta la década de los 50 estuvo poblada por unos 120 habitantes, pescadores en su mayoría, los cuales fueron desalojados durante el gobierno de Pérez Jiménez, bajo cuyo régimen se construyeron algunas instalaciones militares y unas 32 pequeñas casas entre las que destacaba una residencia presidencial. Las mismas fueron diseñadas por Julio Barreiro Rivas y serían frecuentadas por el gobernante y sus allegados. Muchos de los sucesivos presidentes venezolanos también las han usado como residencia de verano.

La Orchila tiene unos 40Km cuadrados, una serie de cayos con extraordinarias playas al noreste de la isla principal. Colinas que alcanzan los 140 metros de altura, pista de aterrizaje en el extremo occidental de la isla, helipuerto, puerto marítimo, una carretera que la circunda y excelentes playas a lo largo de su costa suroccidental.

No estoy en contra que el presidente de un país tenga un lugar donde descansar, casi todos los presidentes del mundo tienen un lugar donde hacerlo. Lo que no me explico es la exclusividad de toda una isla para que una sola persona (ostente el cargo que sea) la visite ocasionalmente. Además, si la residencia presidencial de La Casona tiene vecinos y habitantes alrededor, si el Palacio de Miraflores tiene también edificios de apartamentos a pocas cuadras, ¿por qué no pueden haber desarrollos turísticos, (que le reportarían ingresos en divisas al país) en La Orchila? Es mucho lo que se puede hacer en 40 Km cuadrados, pero hablar de La Orchila siempre ha sido tabú y jamás se la ha considerado como algo mas que la casa de playa del mandante de turno.  

lunes, 23 de noviembre de 2015

Las Islas de Nadie (3)

Sin duda alguna, Los Roques es la más visitada de las Dependencias Federales, pero lo que es un paraíso para el visitante, puede ser un infierno para sus habitantes.

Hay una larga lista de problemas y dificultadas en suministros, servicios y carencias. Hace unos años llevaron allá a un famoso presentador de la TV internacional. Al preguntarle que le había parecido su viaje a Los Roques, lamentó la enorme cantidad de basura que hay en el archipiélago. 

De ser Los Roques parte del Edo Vargas, éste estaría obligado a recibir y procesar su basura, cosa que se niega a hacer pues no es su responsabilidad ya que no es su territorio, y así empiezan a sumarse problemas, por el simple hecho de estar huérfanos administrativamente. Inparques o el Ministerio de Ambiente que debiera tener mando y peso, esta relegado al final de una cola, cuya cabeza está en eterna disputa entre la Autoridad Unica y el jefe de la guarnición de la GNB, aunque oficialmente la autoridad única es la “autoridad”.

Los Roques, Dependencias Federales, Venezuela

Hace unos pocos años, por allá en el 2011 la Autoridad Única del Parque, estimaba que en la zona se producían 2 toneladas diarias de desechos sólidos. Pero en el consejo comunal señalaban que era 8 al día. La basura se recolecta pero sigue ahí: acumulada en el área de servicios del Gran Roque. Los desechos se juntan en un vertedero a cielo abierto y posteriormente son quemados. Entre las opciones para el manejo de la basura se escogió la menos adecuada. Llamarlo "relleno sanitario" sería muy generoso con ese botadero en el que no hay diseño de ingeniería, ni capas de drenaje y mucho menos impermeabilización y tratamiento de aguas. Vertedero, en todo caso, es lo que le cuadra. Y no son pocos los problemas que acarrea.

La Fundación Aguaclara, sostiene que por la porosidad del suelo de Los Roques, los lixiviados -(en esencia, aguas residuales con carga contaminante)- van a pasar muy rápido. Esto es polvo de coral reunido y su nivel freático es muy alto, lo cual ayuda a potenciar la contaminación de los suelos y las aguas.

Cuando se quema la basura se generan cenizas que son contaminantes y pueden causar enfermedades a quienes la respiren. Igualmente, la combustión de desechos sólidos genera dioxinas y furanos, que son agentes cancerígenos, son compuestos químicos tóxicos producidos por la acción del hombre, que no se degradan con el paso del tiempo, no son solubles en agua, se adhieren a los tejidos grasos y pasan a través de la cadena alimenticia. No hay manera de expulsarlos del organismo.

Adicionalmente a lo anterior, la electricidad es producida por una planta de gasoil (altamente contaminante también) y al haber aumentado la población y los visitantes resulto ser insuficiente, originando racionamientos. La solución? Instalar una segunda planta! Si algo sobra en Los Roques (además de la desidia de las autoridades) es radiación solar y brisa. Dos fuentes de energía limpia que bien pudieran abastecer al Gran Roque de energía eólica, que combinada con paneles solares abastecería de sobra en materia energética a habitantes y visitantes. La basura debiera ser trasladada a tierra firme para ser procesada y sus aguas servidas, tratadas adecuadamente antes de ser devueltas al mar. Existe la tecnología para hacer de Los Roques un destino turístico no contaminante y totalmente “verde”, lo que parece no existir es la voluntad para que ello ocurra.

Desarrollos turísticos de primera línea, como los hoteles palafitos de Bora-Bora o las Maldivas pudieran darle a algunas de las islas del archipiélago, un carácter exclusivo y de altísimo nivel, que sin duda produciría excelentes ingresos, a la vez de generar empleos bien remunerados. Vemos como en Dubai construyen islas artificiales para desarrollos turísticos de alto nivel, mientras que aquí tenemos las islas, pero pareciera que nos esforzamos por destruirlas a como dé lugar.

Urge un cambio de modelo, de mentalidad y de prioridades.  

lunes, 9 de noviembre de 2015

Las Islas de Nadie (2)

Si nos ajustáramos a la corriente que sostiene que las Dependencias Federales debieran ser integradas al Estado mas cercano, pudieran dichos Estados darles uso y administrarlas como parte de su territorio.

Iniciando por el este, nos encontramos con Isla de Patos, un peñón de menos de un kilometro de extensión, ubicado a ocho kilómetros de las costas de la península de Paria, a mitad de camino con Trinidad. No reviste gran interés turístico pues no posee buenas playas, pero estratégicamente es de gran importancia.

Las siguientes islas que encontramos es el Archipiélago de Los Testigos, al norte del Estado Sucre pero de mas fácil acceso desde la Isla de Margarita. Cualquiera de estas dos entidades federales pudieran incorporarla a su territorio. La isla principal y más grande del archipiélago es Testigo Grande. Poco habitada y con acumulaciones de blancas arenas. Popular por sus "Médanos" y "Playa Real. El principal atractivo de Los Testigos son sus playas paradisíacas, el disfrute de la langosta fresca y los avistamientos de ballenas (cachalotes)

Más cercanas a Nueva Esparta y visibles desde la conocida Playa El Agua están Los Frailes. Muy visitadas por turistas desde la Isla de Margarita y destino importante para la practica del buceo. No existe ninguna razón por la cual este archipiélago de 10 islas no forme parte integral de dicho estado.


Puente natural, La Blanquilla.
La Blanquilla, ubicada unos 100 km al noroeste de Juan Griego cuenta con una pista de aterrizaje y según el exministro de turismo Izarra, dicha pista iba a ser recuperada para el desarrollo turístico de la isla, la cual cuenta con hermosas playas de blancas arenas y un puente natural de piedra, como el que existió en Aruba. Tiene un gran potencial turístico, si se la administra adecuadamente. Catalogada como una isla encantadora por sus playas de agua azul turquesa y sus arenas de color blanco, también posee arrecifes de coral de poca profundidad con mucha biodiversidad y gran riqueza de vida subacuática, es por esto que se hace ideal para practicar el snorkeling y el buceo. En sus tranquilas aguas es posibles observar a los delfines, pequeñas ballenas piloto , tiburones y rayas gigantes.

Unos cuantos kilómetros al este-sureste de La Blanquilla está el archipiélago de Los Hermanos, compuesto por 8 islas. Es poca la información que hay sobre este grupo de islas. Carecen de buenas playas ya que estas islas poseen pronunciados acantilados, sin embargo poseen abundante vida marina.




Otra isla con un enorme potencial turístico es La Tortuga. Posee junto con los cayos adyacentes aproximadamente 156,6 km² de extensión, lo que la convierte en la segunda en cuanto a tamaño de Venezuela después de Margarita. Es parte de un archipiélago que comprende los islotes de Las Tortuguillas, Cayo Herradura, Los Palanquines, los Cayos de Ño Martín, las Isla Vapor y Punta de Ranchos. Bien pudiera este grupo de islas pertenecer al Estado Miranda, sin embargo el gobierno nacional, en los albores del siglo XXI inició estudios para desarrollar turísticamente la isla como un "paraíso exclusivo": se estima un precio promedio de 500 dólares de estancia por día por pasajero. Está prevista la construcción de un puerto y un aeropuerto nacional, así como 4000 a 5000 plazas hoteleras y urbanizaciones varias, estimándose una inversión inicial de capital mixto de entre 30 y 60 millones de dólares, aunque algunas valoraciones alcanzan los 300 millones. Estos proyectos se basan en la declaración de zona de interés turístico que se aplicó a la isla en 1974 (decreto 1625) y culmina en 2005 —Gaceta Número 38.179— en el que la Presidencia de la República por Decreto N° 3448, dicta el Plan de Ordenamiento y Reglamento de Uso de las Zonas de Utilidad Pública y de Interés Turístico, Dependencias Federales: Isla La Tortuga, Islas Las Tortuguillas, Cayo Herradura y Los Palanquines. 

 Amanecerá y veremos…



lunes, 26 de octubre de 2015

Las Islas de Nadie (1)

Cuando estudié en el colegio (no hace tantos años), nos enseñaron que Venezuela estaba conformada por 20 Estados, dos Territorios Federales, el Distrito Federal y las Dependencias Federales. Desde aquel entonces hasta ahora, a los Territorios Federales les dieron un “up-grade” y los elevaron a la categoría de Estado. Al Distrito Federal por su parte, le quitaron el Departamento Vargas para convertirlo en estado también. Mientras tanto, las Dependencias Federales siguen ahí, inmutables. Ahora Venezuela esta conformada por 23 estados, el Distrito Capital y las Dependencias Federales.

Pero ¿qué son las Dependencias Federales? Según el Articulo 17 de “La Bicha” (como la llamaba Chávez) "Las dependencias federales son las islas marítimas no integradas en el territorio de un Estado, así como las islas que se formen o aparezcan en el mar territorial o en el que cubra la plataforma continental. Su descripción, posición geográfica, régimen y administración estarán señaladas en la ley." 



distribución de las Dependencias Federales

Si dichas islas llevan por nombre “Dependencias Federales” quiere decir que dependen de alguien… entonces, ¿De quién dependen las Dependencias? Según la Ley orgánica de las Dependencias Federales de 1938 en vigencia hasta 2011, todo lo relativo al gobierno y administración de dichas dependencias corresponde directamente al Ejecutivo Federal (Art.3) Están bajo la administración de la Dirección Nacional de Coordinación del Desarrollo Fronterizo y de las Dependencias Federales. Actualmente existen varias propuestas de solución para la condición ambigua de las Dependencias Federales. Algunas corrientes sostienen que las islas deben ser integradas a los territorios de los Estados Federales más cercanos, y otras, que deben ser elevadas a la categoría de Estado dentro de la Federación para así impulsar su desarrollo sostenible a todos los niveles, sin disgregar la identidad que han desarrollado como conjunto geográfico y cultural.

En lo personal, me inclino por lo primero. Las islas debieran ser integradas al estado al cual se encuentren más próximas. Ello permitiría su desarrollo turístico, pero a la vez generaría el compromiso, por parte de los estados que las posean, de cuidar y mantener su ecosistema, así como propiciar un desarrollo sustentable y sostenible de dichas islas. No obstante, el 15 de octubre de 2011 la presidencia de la república de Venezuela emitió un decreto con rango, valor y fuerza de ley orgánica que creó una nueva legislación para las Dependencias Federales, mediante una nueva ley orgánica que deroga la de 1938 y que establece que la organización política y administrativa de las dependencias se articulará a través de territorios insulares y los distritos menores de desarrollo. El 27 de octubre la ley fue avalada por el Tribunal Supremo de Justicia y fue publicada en Gaceta Oficial.

En agosto de 2011 la presidencia de la república en uso de atribuciones legislativas habilitantes promulgó la ley de creación del primer territorio insular de las Dependencias Federales denominado Territorio Insular Miranda con capital en Gran Roque, abarcando el sector central de las Dependencias Federales, Los Roques, Las Aves y La Orchila. A pesar de ese decreto ley, Los Roques sigue igual que antes de 2011 y las otras islas también. Mucha retórica y poca acción. La verdad es que la mayoría de estas islas son unas joyas, con un potencial turístico enorme, bien administradas y en buenas manos generaría una importante cantidad de divisas para el país. En próximas entregas, exploraremos las enormes posibilidades turísticas que hay en ellas.



lunes, 12 de octubre de 2015

Ventanas Rotas (3)

Por allá por la década de los años 40 del siglo pasado se inició la construcción de las urbanizaciones La Castellana y Altamira, la ciudad de caracas cambiaría en los próximos 20 años más que lo que había cambiado desde su fundación en 1567, hasta entonces. 

El aledaño pueblo de Chacao sufriría más que una transformación, su destrucción. Las casas coloniales fueron sustituidas por edificios de poco atractivo arquitectónico y todo el acervo histórico del pequeño pueblo quedó relegado al nombre de algunas calles. En la Hacienda Blandín, San Felipe y La Floresta, que pertenecieron a Blandín y los padres Sojo y Mohedano, se cultivaron a gran escala las primeras plantaciones de café en 1784. Allí tenia su escuela de música el Padre Sojo, y las familias caraqueñas amantes de la música se trasladaban hasta allá para escuchar pequeños conciertos las tardes de los sábados.

No llegué a conocer el Chacao rural que sobrevivió hasta los años 40 del siglo XX, pero si llegué a conocer la Baruta de principios de los 70. La recuerdo muy parecida a cómo es El Hatillo, casitas de tejas y paredes blancas, el típico pueblo colonial venezolano, con algunos restaurantes antes de la entrada del pueblo y el famoso Montmartre a pocas cuadras de la iglesia. Sin embargo, en menos de 10 años Baruta se convirtió en un barrio más de la capital.

Hotel Majestic, Caracas.


¡Que distinta sería Caracas si la ciudad moderna hubiese respetado los cascos históricos! Si las nuevas edificaciones se hubiesen construido alrededor de los pueblos que existían en el valle capitalino. Tenemos a Usaquén y La Candelaria en Bogotá, los cascos históricos de Cartagena, Ciudad de Panamá y Quito como ejemplos cercanos, donde la arquitectura colonial se conserva, cuida y respeta.


Demolición del Hotel Majestic

El interior del país no escapa ese afán destructivo. Gente de la Corporación de Turismo de Miranda, por ejemplo, me comentaron alarmados como pueblos del interior del estado están convirtiéndose en barrios, demoliendo casitas coloniales para construir edificaciones de dos pisos más parecidos a una caja de zapatos con ventanas. El páramo merideño también sufre esa metamorfosis. El pueblo de Santo Domingo ya dejó de ser un típico pueblo andino para asemejarse más a un barrio de cualquier ciudad de Venezuela. Igual suerte correrán Mucuchíes y Apartaderos. En ambos se han levantado pequeños bloques de edificios de 3 a 5 pisos que rompen por completo con la arquitectura de la zona. En Apartaderos, un polideportivo, cual prominente verruga, se yergue en medio del pueblo, afeando toda la panorámica del mismo. Deseo dejar claro que estoy absolutamente a favor que humildes venezolanos puedan tener acceso a vivienda propia, lo que jamás entenderé ni apoyaré es el desmesurado esfuerzo por construir adefesios arquitectónicos. 

Los regímenes comunistas jamás se han destacado por la belleza de su arquitectura. Debe haber sido algo especialmente triste asistir a una escuela de arquitectura de cualquier universidad de la extinta Unión Soviética, y esta versión tropicalizada que padecemos aquí desde hace 16 años no tenía porque se diferente. Ya vimos como destruyeron el proyecto de El Paseo Vargas a los largo de la Av Bolivar, al construir “soluciones habitacionales” con planos traídos de Bielorrusia. En el páramo empiezan a surgir versiones a escala de estos edificios, mas pequeños, pero igual de feos, o casitas aptas para otros climas, pintadas en estridentes colores que quizá lucirían bien en El Saladillo, pero no en medio de las montañas andinas.

Hace unas décadas destruímos pueblitos coloniales en medio de la vorágine urbanista. Los gobiernos de turno, con instituciones débiles, no hicieron nada para evitarlo. Hoy en día pareciera que es el mismo gobierno desde donde se promueve la destrucción de lo poco que nos queda.

Espero que cuando salgamos de esta pesadilla roja y nos veamos en la necesidad de recurrir al turismo como fuente de divisas, las autoridades a cargo puedan revertir el proceso de destrucción de nuestros pueblitos.

Ya que el instituto de patrimonio es aun mas débil que el ministerio de ambiente, pueden las alcaldías, gobernaciones y sector privado, sensibilizarse a los habitantes de esos pueblos para que conserven su arquitectura, ya que es ese pueblito pintoresco lo que atrae al visitante. De lo contrario solo nos quedará ver cómo eran en los parques temáticos Los Aleros y La Venezuela de Antier. El programa Casas Blancas empleado por la Fundación Santa Teresa pudiera aplicarse para evitar el deterioro arquitectónico de los pueblitos en todo el país.

Tenemos excelentes ejemplos en Choroní o San Pedro del Rio en el Edo Táchira, donde sus pobladores han cuidado y mantenido las casas típicas del lugar, lo cual le proporciona al visitante un experiencia muchísimo más agradable y acogedora. El programa Casas Blancas empleado por la Fundación Santa Teresa pudiera aplicarse para evitar el deterioro arquitectónico de los pueblitos turísticamente explotables en todo el país y sensibilizar al habitante para hacerle ver la importancia de preservar su comunidad o pueblo lo más autentico posible.

lunes, 28 de septiembre de 2015

Ventanas Rotas (2)

En el numero anterior hable sobre el experimento de la ventana rota y cómo la ciudad de Nueva York logro mejorar áreas y servicios considerados peligros. 

Una vez ha sido revertida la espiral del deterioro, quienes viven en esas zonas recuperadas cambian de actitud, se involucran e incorporan en el proceso de cambio y mejora. Es como la persona que se compra elegante ropa nueva, su actitud, su expresión y lenguaje corporal cambian. El individuo se siente bien, pues es consciente de su nueva apariencia. 


Vista de Casas Blancas, en El Consejo

Mucho hemos oído hablar de Ron Santa Teresa, el proyecto Alcatraz y cómo han incorporado jóvenes delincuentes a una vida productiva. Pero el proyecto ha ido mas allá. No solo han hecho de la estación El Consejo un destino turístico visitable en un día, para las ciudades del centro del país, sino que desde hace unos años están cambiando la fisonomía de las barriadas frente a la Estación. 

Hace mucho años, atendiendo la delegación de la Gran Bretaña para un congreso internacional sobre derecho del trabajo, una de las delegadas me comento que si los ranchos de Caracas los frisaran y pintaran de blanco, nuestras colinas y cerros se parecerían mucho a las islas griegas. Tal vez la urbanización de las laderas montañosas de las islas griegas empezaron como los barrios nuestros, quizá en sus inicios Positano se pareció a los ranchos caraqueños y con el transcurrir de los siglos terminó convirtiéndose en el atractivo destino turísticos que es hoy en día. Pero también quizás, tendríamos que dejar transcurrir varios siglos para que esa transformación llegase a las barriadas venezolanas. Afortunadamente, podemos acelerar ese proceso. Ya sucede en algunos lugares de México, en algunas favelas de Rio de Janeiro y también aquí en Venezuela. 



El programa Casas Blancas, liderado por la Fundación Santa Teresa, ha logrado recuperar más de 200 viviendas en la comunidad “Juan Moreno”, en El Consejo. Esta iniciativa de un grupo de empresas privadas, ha remozado externa e internamente un numero importante de casas. Las frisan, pintan de blanco (ya que este color es mas fresco y en la noche refleja mejor la luz- cosa que ya sabían en Grecia) y cambian el techo metálico de cinc por el rojo tipo cindu-teja. Es casi inmediata la transformación en la actitud de las personas que ahí residen. Mantienen limpia las áreas, recuperan espacios comunes y más importante aun, recuperan su dignidad y orgullo, con una caída drástica en los índices de criminalidad y delincuencia. Al igual que en las favelas recuperadas de Rio, han empezado a abrir pequeños locales de café y empanadas, para atraer a los visitantes que curiosos se acercan a ver qué esta pasando ahí. En Rio hay un movimiento turístico y gastronómico en las favelas, que le muestra al turista una cara desconocida del país. Acá estamos empezando a hacer lo mismo. 

Quizá, cuando nuevas autoridades tomen las riendas del país y el turismo sea prioridad, iniciativas como estas puedan impulsarse desde gobernaciones y alcaldías en alianza con el sector privado. Es una manera de reencontrarnos, reconciliarnos y reparar esas ventanas rotas que desgraciadamente tanto abundan.  



lunes, 7 de septiembre de 2015

Ventanas Rotas (1)

En 1969, el Prof. Philip Zimpardo de la Universidad de Stanford, realizó un experimento de psicología social. Dejó dos autos abandonados en la calle, dos autos idénticos, la misma marca, modelo y color. Uno lo dejó en el Bronx, por entonces una zona pobre y conflictiva de Nueva York y el otro en Palo Alto, una zona rica y tranquila de California. Dos autos idénticos abandonados, dos barrios muy diferentes y un equipo de especialistas en psicología social estudiando las conductas de la gente en cada sitio. 


El auto abandonado en el Bronx comenzó a ser vandalizado en pocas horas. Le robaron los cauchos, el motor, los espejos, la radio, etc. Todo lo aprovechable se lo llevaron, lo demás lo destruyeron. En cambio el auto abandonado en Palo Alto se mantuvo intacto. Hasta ahora, no había sorpresas, todo marchaba según lo previsto, ya que es común atribuir a la pobreza las causas del delito. Sin embargo, el experimento continuó. Cuando el auto abandonado en el Bronx ya estaba deshecho y el de Palo Alto llevaba una semana impecable, los investigadores rompieron un vidrio del automóvil de Palo Alto. 

El resultado fue que se desató el mismo proceso que en el Bronx, y el robo, la violencia y el vandalismo redujeron el vehículo al mismo estado que el del barrio pobre. ¿Por qué un vidrio roto en el auto abandonado en un vecindario supuestamente seguro es capaz de disparar todo un proceso delictivo? No se trata de pobreza. Evidentemente es algo que tiene que ver con la psicología humana y con las relaciones sociales. Un vidrio roto en un auto abandonado transmite una idea de deterioro, de desinterés, de despreocupación que va rompiendo códigos de convivencia, como de ausencia de leyes, de normas, de reglas, todo es válido. 

Cada nuevo ataque que sufre el auto reafirma y multiplica esa idea, hasta que la escalada de actos cada vez peores se vuelve incontenible. En experimentos posteriores James Q. Wilson y George Kelling desarrollaron la 'teoría de las ventanas rotas', la cual, desde un punto de vista criminológico, concluye que el delito es mayor en las zonas donde el descuido, la suciedad, el desorden y el maltrato son mayores. Si se rompe un vidrio de una ventana de un edificio y nadie lo repara, pronto estarán rotos todos los demás. Si una comunidad exhibe signos de deterioro y esto parece no importarle a nadie, entonces allí se generará el delito. 

Si se cometen 'pequeñas faltas' (estacionarse en lugar prohibido, exceder el límite de velocidad o pasarse una luz roja) y las mismas no son sancionadas, entonces comenzarán faltas mayores y luego delitos cada vez más graves. Asi, los parques y otros espacios públicos deteriorados son progresivamente abandonados por la mayoría de la gente, que deja de salir de sus casas por temor a la inseguridad, esos mismos espacios abandonados por la gente son progresivamente ocupados por los delincuentes. 

La teoría de las ventanas rotas fue aplicada por primera vez a mediados de la década de los 80 en el metro de Nueva York, el cual se había convertido en el punto más peligroso de la ciudad. Se comenzó por combatir las pequeñas transgresiones: graffitis deteriorando el lugar, suciedad de las estaciones, ebriedad entre el público, evasiones del pago del pasaje, pequeños robos y desórdenes. Los resultados fueron evidentes. Comenzando por lo pequeño se logró hacer del metro un lugar seguro. 

 En 1994, Rudolph Giuliani, alcalde de Nueva York, basado en la teoría de las ventanas rotas y en la experiencia del metro, impulsó una política de "tolerancia cero". La estrategia consistía en crear comunidades limpias y ordenadas, no permitiendo transgresiones a la ley y a las normas de convivencia urbana. El resultado práctico fue un enorme abatimiento de todos los índices criminales de la ciudad de Nueva York. 

La expresión 'tolerancia cero' suena a una especie de solución autoritaria y represiva, pero su concepto principal es más bien la prevención y promoción de condiciones sociales de seguridad. No se trata de linchar al delincuente, ni de la prepotencia de la policía. De hecho, debe también aplicarse la tolerancia cero respecto de los abusos de autoridad. No es tolerancia cero frente a la persona que comete el delito, sino tolerancia cero frente al delito mismo. Se trata de crear comunidades limpias, ordenadas, respetuosas de la ley y de los códigos básicos de la convivencia social humana, como la que no tenemos ahora. 

Son muchas las ventanas que han sido rotas en Venezuela y en el turismo no estoy seguro de las pocas que sobreviven intactas. La buena noticia es que, tal como demostró el alcalde Rudolph Giuliani, este enorme deterioro en el que nos encontramos es reversible y mucho de lo perdido recuperable. En el próximo número daré algunos ejemplos que con mucho éxito han sido llevado a cabo en el país. 

Fuente: www.forodeseguridad.com



lunes, 24 de agosto de 2015

Nuestra fortaleza

México, al igual que Venezuela, es un país productor de petróleo y produce más que nosotros, sin embargo no es el petróleo su principal fuente de ingresos. De hecho creo que es la tercera, superado por la manufactura y el turismo. Quizá en los años de altísimos precios petroleros no haya sido asi, pero durante muchos años el turismo ha reportado mayores ingresos que el llamado “oro negro”. 

Pero ¿cómo logra México que el turismo le represente tan altos ingresos en divisas? Muchos dirán que México tiene una cultura ancestral, sitios arqueológicos de gran interés, hermosa arquitectura colonial y eso les facilita mercadearse. La verdad es a la inversa. Es cierto que poseen un gran e importante patrimonio arquitectónico y arqueológico, y conscientes de ello hicieron de su Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) un organismo fuerte, con un abultado presupuesto, con gente preparada. 

Su opinión es respetada y acatada. Sobre esa sólida plataforma del INAH se monta el desarrollo turístico mexicano. Así vemos destinos como Cancún (por mencionar el más conocido) el cual tiene varias ruinas Mayas dentro de la misma zona, como las ruinas del Rey y extraordinarios sitios arqueológicos como Chichen Itzá y Tulum a corta distancia en vehículo, o el exótico Xcaret parque único en su estilo ya que está construido en medio de ruinas mayas.

En Venezuela no tenemos mayor riqueza arqueológica y en lo que a arquitectura colonial se refiere, la poca que tuvimos no hemos sabido cuidarla. Nuestras ciudades carecen de la belleza que puedan tener otras ciudades del continente y salvo muy contadas excepciones en algunas zonas de Maracaibo, Barquisimeto o Valencia, la media de la ciudad venezolana es más por el estilo de Morón, El Tigre, El Vigia o Barcelona. Nuestra oferta es casi exclusivamente naturaleza, donde sin duda, ¡tenemos maravillas!

Parques Nacionales de Venezuela

Así como México desarrollo su turismo apoyándose en un Instituto de Antropología fuerte y sólido, de la misma manera debiéramos nosotros fortalecer nuestro Ministerio de Ambiente e Instituto Nacional de Parques, darles un presupuesto importante, darles poder y autonomía para que verdaderamente puedan proteger nuestro patrimonio ambiental, y sobre esa base sólida desarrollar nuestra actividad turística. Si hacemos un breve recuento de cuáles son los principales destinos turísticos del país, casi todos son parques nacionales o tienen un parque nacional muy cerca. (Morrocoy, Sierra Nevada, Canaima, Gran Sabana, Mochima, La Restinga, Los Roques, etc. etc. etc. ) No es secreto para nadie el lamentable estado de nuestros parques, el ecocidio que comete la minería ilegal en Canaima, la basura que inunda Morrocoy, la contaminación galopante (o flotante) en Los Roques, por solo mencionar tres.

La inacción de las autoridades está permitiendo que se destruya lo único que tenemos que ofrecer: naturaleza. En cualquier parte del mundo, no digamos USA o Canadá, los parques nacionales tienen áreas delimitadas donde pueden ir los visitantes, caminerías, áreas para el esparcimiento, la recreación, etc. Se establece y comunica claramente que actividades están permitidas y en qué áreas pueden hacerse dichas actividades. Hay centros de visitantes con guías y souvenirs, módulos de información, guardaparques que viven en condiciones dignas, bien preparados y capacitados… en fin, tenemos prácticamente todo por hacer, pero hay extraordinarias referencias de qué y cómo hacerlo. Rescatar nuestros parques nacionales pudiera ser un excelente punto de partida para tener una atractiva oferta turística, a fin de cuentas, la tendencia mundial es hacer del turismo una actividad sostenible y sustentable, con mínimo impacto ecológico y ambiental.

Así como es imperativo recuperar nuestros parques nacionales, también seria provechoso turísticamente hablando, embellecer nuestras ciudades. En el continente tenemos varios ejemplos de ciudades que hoy en día distan mucho de lo que eran hace unos pocos años, pero eso lo dejaré para un próximo número.



lunes, 17 de agosto de 2015

Proyectando el turismo

Me estreno en esta columna con  la  intención e interés de compartir con los  lectores puntos de vista sobre la única actividad que puede reportarnos un importante flujo de divisas en el corto plazo, tan solo haciendo unas pequeños  cambios  y  tomando  algunas medidas necesarias.  Sin embargo  si  deseamos crecer turísticamente y consolidarnos como destino, es mucho mas lo que debemos hacer , pero  el resultado será aun mejor! Hasta ahora, ¿qué se ha hecho en Venezuela por el turismo?  ¿Qué se puede hacer en Venezuela por el turismo?

En lo personal mis respuestas serian poco y ¡muchísimo! respectivamente. Cuando me inicié en esta actividad por azares del destino, por allá en los años 80, los jefes de mi jefe, unos españoles, creían en aquel entonces que en el futuro cercano, Venezuela se convertiría  en el próximo gran destino turístico en Latinoamérica, como ya lo eran para aquel entonces México y Brasil. Eran los tiempos de Sun Quest, operadora canadiense de bajo costo que “descubrió” Venezuela y durante un tiempo nos inundó de turistas. Luego dejaron de venir, como han ido dejando de venir importante numero de visitantes de distintos orígenes. La triste realidad es que países turísticamente menos desarrollados que nosotros en aquella época, hoy en día gozan de un importante y sostenido flujo de turistas, lo cual contribuye con la economía y desarrollo de dichos destinos. ¿Qué pasó entonces? ¿En qué parte del camino nos extraviamos? 

Parque Nacional Canaima

La verdad es que esta columna lejos de querer buscar responsables lo que pretende es dar algunas ideas y opiniones (personales y de terceros) sobre que pudiéramos hacer para lograr que el turismo se convierta en una importante fuente de generación de empleo y generación de divisas . Desde que tengo uso de razón he escuchado decir que lo tenemos todo, playas, montañas, selva, nieve, desierto y un larguísimo etcétera donde cabe todo aquello que Ud. quiera agregar. Si tenemos TODO eso, (y lo tenemos) entonces que es lo que no tenemos? ¿Por qué no hemos logrado posicionarnos? 

Quizá lo que haya faltado sea la voluntad de querer hacer las cosas. Un daño colateral del ingreso petrolero. Hemos tenido grandes ministros en muchas áreas, Pérez Alfonzo, Calderón Berti en Minas e Hidrocarburos, Arnoldo Gabaldón en Sanidad, Sucre Figarella en el MOP y CVG, Arístides Calvani en Cancillería…. pero nunca hemos tenido un gran ministro de turismo, uno que logre sacarlo del foso donde siempre ha estado, que le de forma y que nos posicione en el lugar que pudiéramos estar. Creo que uno de los más exitosos ministros que pasó por esa cartera fue Diego Arria. Al no ser el turismo política de Estado, el siguiente en el cargo vendrá con sus ideas, su equipo, tratará de hacerlo lo mejor posible, pero lamentablemente sin mayor éxito. El ministerio de turismo siempre ha sido la cenicienta del gabinete.

Recuerdo una famosa periodista que compartía espacio en un muy visto programa nocturno de la antigua Globovisión, finalizando una entrevista que le hacían al entonces candidato presidencial Henrique Capriles, le manifestó su interés en ayudarlo si él alcanzaba la presidencia, que le diera “aunque sea el ministerio de turismo”. 

Esa infeliz frase de esa insigne periodista refleja muy bien cómo ve la mayoría de los venezolanos a ese importantísimo organismo, vital para el desarrollo del país y la generación de divisas. En las próximas entregas iré tocando diversos temas con la intención que puedan contribuir a que seamos el destino turístico que todos queremos.