En varias ocasiones he compartido en esta columna mi opinión sobre la importancia del segmento MICE en la industria del Turismo, su positivo impacto y el efecto cascada que tiene en otras áreas de la economía local.
En este año y medio de pandemia, confinamiento, nueva ‘normalidad’, etc. hemos visto una altísima migración del mercado de eventos a plataformas virtuales, convirtiéndose asi en una de los segmentos del turismo que menos se ha visto afectado, e incluso pudiera decirse que hasta beneficiado.
Algunas asociaciones o sociedades médicas internacionales han tenido asistentes a sus eventos de países que no solían participar. Las facilidades que da el ambiente virtual han permitido que la única inversión necesaria sea la cuota de inscripción en el evento, ahorrándose el participante, todos los gastos asociados al desplazamiento hasta la sede del evento, es decir transporte aéreo, transporte terrestre, alojamiento, comidas, compras etc. A ello podemos añadirle la eliminación de todos los tramites consulares para la obtención de visas. El resultado ha sido un mayor número de inscritos. Organismos que cuentan con una partida presupuestaria para asistencia de su personal a eventos internacionales, pueden ahora costear la inscripción a eventos virtuales a un mayor número de individuos.
Pero esta permeabilidad que ofrece el mundo virtual, no es solo para los participantes, sino también para los conferencistas.
A mediados del mes de mayo, la Sociedad Venezolana de Oftalmología celebró su primer congreso virtual, el cual fue un absoluto éxito. Contó con la participación de 58 conferencistas extranjeros, algo que solo había ocurrido en 1994 cuando Caracas fue la sede del Congreso Panamericano de Oftalmología. En un congreso nacional era sencillamente impensable contar con tal cantidad de ponentes extranjeros, ni aún contando con los más generosos patrocinantes, pudiese ser viable tal cantidad de conferencistas internacionales, pues no es solo lo relativo a los costos de traslados y alojamiento de dichos conferencistas, sino es también coordinar sus agendas y asegurarse que estén disponibles y dispuestos a viajar para dictar una conferencia de manera presencial. El mundo virtual solo exigirá unas pocas horas de su tiempo para compartir sus conocimientos con la audiencia.
Lobby de acceso al congreso virtual de la SVO |
Si bien es cierto que la virtualización de los eventos tiene un impacto negativo para las líneas aéreas, hoteles, etc. el beneficio a nivel académico es enorme, por ello dudo que este segmento en particular vuelva a un formato presencial como habíamos conocido.
Otros segmentos de la industria indudablemente volverán al formato presencial, pues es inimaginable unas vacaciones virtuales, pero los eventos creo que trasmutaran a un formato híbrido, donde se podrán dictar conferencias desde cualquier parte del mundo y participantes desde lugares remotos asistan de manera virtual.
Estamos siendo testigos y hasta protagonistas, de un cambio estructural y conceptual en el segmento de eventos. Las exposiciones y los incentivos si creo que vuelvan al formato tradicional, pero los congresos cambiaron para siempre.