lunes, 19 de diciembre de 2016

El Expreso de Oriente

Para cuando esta columna salga publicada, faltarán pocas horas para el aterrizaje del vuelo inaugural de Turkish Arilines (TK) en Maiquetía. Una de las mejores líneas aéreas del mundo. Sin duda la mejor de Europa, ganadora de este galardón durante los últimos 6 años de forma consecutiva.

Esta nueva ruta está llena de incertidumbres, misterios y secretos, propios de la famosa novela de Agatha Christie . Por ejemplo, aun no sabemos quién será el agente en Venezuela. Hay rumores, suposiciones, versiones encontradas, hay de todo menos una comunicación oficial por parte de la línea aérea anunciando quien será su representante en el país.

Turkish Airlines inicia vuelos regulares a Caracas

Es un vuelo largo, con una escala de tres horas en La Habana a la venida y cerca de doce horas en vuelo directo hasta Estambul. Ello implica que el pasajero que desee conectar a algún destino europeo puede tardar 20 horas o mas en llegar a su destino final, si incluimos el tiempo de conexión en Estambul más las horas de vuelo a dicho destino. Es cierto que las tarifas introductorias son muy atractivas, el precio total hasta cualquier destino en Europa esta por debajo de los $700, sin embargo como reza el viejo adagio: tiempo es dinero, lo que el pasajero no pague en dinero lo pagará en horas de viaje.

En condiciones normales, de un país normal, con una economía normal, la apertura de nuevas rutas sería motivo de celebración y alegría, pero en estos tiempos de oscura revolución, señalada a nivel mundial por prácticas que atentan contra los más elementales principios de convivencia, derechos humanos, respeto a las libertades y un extenso etcétera, me resulta sospecho, por decir lo menos, esta iniciativa turca. Líneas aéreas con mucha más vinculación al país dejaron de volar a Caracas, entre ellas Lufthansa, Alitalia y hace ya rato British Airways.

¿Pretenden los turcos llenar ese vacío en el peor momento histórico y económico desde que somos república? ¿Abriría alguna línea aérea nuevos vuelos a Alepo en Siria o a Mogadicio en Somalia? ¿Vendrán turistas turcos a disfrutar las bondades turísticas que ofrecemos? ¿O esperan oleadas de turistas cubanos y venezolanos en Turquía?

El anterior ejercicio interrogatorio me lleva a concluir que, más que intereses económicos y turísticos, tras esta apertura privan intereses políticos. Ya dijo Nicolás en alguna de sus innumerables cadenas que Erdogan quedaría como un “niño de pecho” al lado de lo que él haría, haciendo referencia al manejo del presidente turco frente al alzamiento militar que intento derrocarlo. ¿Acabamos de tener una muestra de su oferta, este fin de semana en el Estado Bolívar? O será que el vacío que buscan llenar, es el dejado por el vuelo de Conviasa a Teherán ?

El tiempo lo dirá, solo que el país que conocimos no dispone de mucho más tiempo.

lunes, 5 de diciembre de 2016

Puente Roto

El título del articulo de esta quincena puede prestarse a diversas interpretaciones, si Ud. apreciado lector, se imagina que me refiero a algún funcionario del régimen, tenga por seguro que hubiese titulado “puentes rotos”, en plural, pues son muchos los que no paso.

En realidad me refiero al tristemente celebre antiguo viaducto Nº 1 de la autopista Caracas-La Guaira. Para mí, lo ocurrido con él desde 1998 hasta 2007 refleja a la perfección la manifiesta incapacidad gerencial de la pandilla que ha regido los destinos del país durante los últimos 18 años.

Viaducto 1 de la autopista a La Guaira

Construido por allá por el año 53, con tecnología de punta para la época, hace mucho que ya había cumplido su vida útil. Aunado a ello, las aguas filtradas desde el barrio Gramoven (inexistente cuando se construyó la autopista) habían ocasionado que la montaña sobre la cual se apoyaba el estribo sur del viaducto generara una presión lateral varias veces superior para la cual fue diseñada la estructura, lo cual había producido fracturas en la misma.

La obra empezó a mostrar problemas en el año 1987, para 1990 un completo informe fue presentado. Para 1998, dada la tensión acumulada el viaducto se había curvado y el centro estaba varios centímetros más alto que los extremos. Se intentaron diversos mecanismos para alargarle la vida, sin embargo, era solo cosa de tiempo para que la estructura fallara. Todo el mundo lo sabia y varios expertos enfatizaban la importancia de construir un viaducto alterno antes de que el original colapsara. Para el año 2006, luego de 16 años de fallas, advertencias y consejos, unos aventureros de la ingeniería recomendaron “cortar” la base y colocar unos “patines” sobre los cuales la parte superior de la base se desplazaría hasta volver a su posición original, corrigiendo la curvatura en el punto medio del puente. Sin ser ingeniero aquello me parecía totalmente disparatado, y no estaba errado. El plan falló y la estructura se dañó mas allá de lo reparable, cerrándose el transito automotor sobre el puente para siempre.

Solo quedaron la via de Galipán y la carretera vieja para comunicar a la capital de la republica con el puerto y aeropuerto más importantes del país. En unos meses construyeron la célebre trocha o como eufemísticamente la llamó el oficialismo “vía alterna de contingencia” o algo parecido, en todo caso un nombre rimbombante para una precaria e improvisada carretera.

En resumen, fue solo luego de que el viaducto Nº1 colapsara, que el mandante de turno dio la orden iniciar las obras del viaducto alterno que tanto recomendaban construir los expertos en la materia. Hubo tiempo de sobra para construir un viaducto nuevo mientras el viejo aun estaba en funcionamiento y ahorrarle a los ciudadanos dos años de incomodas travesías al litoral, antes de poder hacer uso de la nueva estructura.

La situación general del país se parece mucho a lo arriba descrito, sabemos que es solo cuestión de tiempo para que esto caiga y por más que haya quienes lo apuntalen y procuren alargarle la vida, el régimen colapsará estrepitosamente.

No esperemos a que esto suceda para entonces iniciar los planes de reconstrucción del país, no podemos darnos el lujo de esperar dos años para arrancar.

Afortunadamente un grupo de jóvenes visionarios han conformado un grupo de trabajo para establecer desde el sector privado, las bases de lo que sería un plan nacional de turismo, y así, una vez cambie la situación política, poder en pocos meses lograr que el turismo empiece a generar las divisas que tanta falta le hacen al país.

Iniciativas similares debiesen ser copiadas por distintos sectores económicos, cosa que cuando caiga “el puente”, podamos también celebrar el contar con un plan estratégico sectorizado que nos lleve a la Venezuela del futuro, la que todos queremos.