Si de algo podemos estar seguro es que siempre seremos vecinos de Colombia y que el hermano país siempre estará ahí. Hace tan solo unos años era impensable que pudiera llegar a convertirse en un destino turístico, no obstante al asumir el estado colombiano el turismo como una actividad de interés nacional, las cosas empezaron a cambiar de manera acelerada.
Ciudades inhóspitas, agresivas, poco atractivas para el local y mucho menos para el visitante, fueron cambiando su fisonomía para convertirse en importantes destinos turísticos. Asi vemos como Bogotá superó diferencias políticas y durante tres periodos consecutivos sus alcaldes hicieron mejoras hasta recuperar la ciudad para sus habitantes. Casos similares se dieron en Medellín, Cali y Cartagena.
Tenia la idea de que Colombia rondaba los 4 millones de visitantes al años, sin embargo en un fortuito encuentro con el embajador del hermano país, conversamos sobre el tema. El diplomático me corrigió pues ya se encuentran casi en los 5 millones de visitantes anuales. En la época dorada de turismo en Venezuela nuestra número máximo de visitas llegó apenas a 800.000, muy distante de los 5 millones que disfrutan conocer las bondades que ofrece nuestro vecino.
Centro histórico de Cartagena |
Estoy seguro que ese numero aumentará con facilidad luego que la prestigiosa editorial turística con sede en Australia Lonely Planet ubicase al hermano país como el segundo mejor destino a conocer en el 2017, superado solo por Canadá. Estar entre los 10 primeros destinos de esa prestigiosa lista es todo un reto, pero alcanzar el segundo lugar en tan corto tiempo es una hazaña que merece ser reconocida y aplaudida.
La editorial Lonely Planet afirma que “el país dejó de ser visto como un destino peligroso hasta para los turistas más guerreros” “es una joya suramericana que, con el paso de los años, superó décadas de violencia.” A pesar de que reconoce que Colombia no tiene maravillas del mundo, sí aplaude la mezcla de la cultura, la naturaleza y la hospitalidad que lo hace un destino “que te recibe con los brazos abiertos”.
El país más parecido a Venezuela se ha consolidado como un destino turístico de importancia en el contexto mundial. Superaron las enormes dificultades que implicaba tener un conflicto armado. A lo largo de 10 año trabajaron con ahínco, perseverancia, constancia y una meta clara y definida. Hoy en día, cosechan los frutos de ese esfuerzo.
Gracias Colombia por demostrarnos que si se puede, por confirmar lo que sabemos de sobra y desde hace tiempo quienes trabajamos en esta actividad, que el turismo es la vía para recuperar nuestra economía, para desarrollar comunidades apartadas y para brindar calidad de vida a los habitantes de esta Tierra de Gracia.