Como bien expone la Organización Mundial de Turismo (OMT) en su informe del 2014 “La industria de reuniones es uno de los segmentos fundamentales del sector turístico. La industria de reuniones ofrece inmensos beneficios a la economía en general, puesto que da lugar en promedio a un mayor nivel de gasto, reduce la estacionalidad, contribuye a la regeneración de destinos, promueve la divulgación de conocimientos y potencia la innovación y la creatividad.“
¿Y cómo puede ser esto verdad?, veámoslo con algunos ejemplos prácticos de cuando en Venezuela teníamos una industria de eventos, que sin ser de las más importantes de la región, era lo suficientemente activa como para arrojar números interesantes. Basta con retroceder a los años ’90 y principios de este siglo.
Por aquel entonces la extinta Viasa tenia vuelos directos de Buenos Aires a Porlamar, y el Margarita Hilton era uno de los hoteles usado por la operación argentina, sede también de buena parte de los eventos que se organizaban en la isla. Mientras que los turistas pagaban una tarifa de U$50 por habitación con desayuno incluido, la tarifa para congresos estaba en $120 solo con derecho a dormir, aparte el desayuno y todo lo demás. Mientras los turistas desayunaban y se iban a las playas y paseos, lo asistentes al congreso generaban ingresos por uso de los salones, refrigerios, restaurantes, cocteles, audiovisuales y un extenso etcétera. La ventaja para el hotel resulta obvia y evidente, es por ello que en casi todos los países existe un Buro de Convenciones, el cual es financiado en gran medida por los hoteles de la ciudad donde el Buró tiene su sede. El Buro de Convenciones se encarga de promover a esa ciudad o país como destino de eventos.
Por lo general los eventos se realizan fuera de los periodos vacacionales, lo que contribuye a mantener una ocupación alta en destinos que dependen de las temporadas, adicionalmente le brinda la oportunidad al asistente de conocer un destino al cual quizá no hubiese ido de no ser porque el evento se realiza en ese lugar. Claro ejemplo lo fue el Mundial de Futbol en Suráfrica, el cual atrajo a mas de 800 mil turistas. La mayoría de ellos no hubiese visitado ese país de no haber sido sede del Mundial.
Otra ventaja que ofrece esta segmento, es que en vez de invertir grandes sumas de dinero en la promoción de un destino a través de los distintos medios de comunicación, solo deben enfocarse en convencer al comité que selecciona la próxima sede para llevar el evento a ese destino. De este forma se pueden invertir los recursos para la promoción de una manera mucho mas eficiente.
En lo que a promoción de conocimiento se refiere, tengo varias vivencias personales, la mas significativa la tuve al atender personalmente al Dr. Lewis Braverman, profesor en la escuela de medicina de la Universidad de Boston, y conferencista invitado al congreso nacional de la Sociedad Venezolana de Endocrinología y Metabolismo en el año 97. Tres semanas antes del congreso, por una casualidad del destino vi por televisión un programa llamado “Enigmas Médicos” en Discovery Channel, donde el médico que resolvía el “enigma” de ese capítulo no era otro que el conferencista invitado al congreso que yo organizaba. Una verdadera eminencia en el tema de tiroides. En ese congreso, mas de mil profesionales venezolanos tuvieron oportunidad de escucharlo.
Cuba, referencia obligada para la Revolución Bolivariana, ha entendido lo arriba expuesto desde hace muchos años y se esfuerza por captar viajes de incentivos y múltiples congresos internacionales. Tienen un calendario de eventos verdaderamente envidiable, por su parte México ocupa el puesto 23 a nivel mundial en este segmento. Nuestro país sin embargo siempre estuvo a la cola de América, el sector público nunca entendió la importancia de este segmento, solo las empresas organizadoras de eventos se esforzaron por traer congresos internacionales al país.
Hoy en día, en las actuales circunstancias y a pesar de lo económico que resultaría, es prácticamente imposible que ninguna organización se arriesgue a ello, mientras tanto los congresos y eventos en el país continúan languideciendo… a la espera de tiempos mejores.