Espacio vacio donde estaría el stand de Venezuela |
Hasta este año, la presencia de Venezuela en FITUR había sido constante. Sin embargo, las deudas, compromisos no honrados, amen de la característica improvisación de la revolución bolivariana, al igual que en otros sectores, también tocó al turismo. Ello llevó a la cancelación de la participación nacional a escasos días de la inauguración de la feria, dejando vacio el espacio donde estaría el stand ¡Mayor vergüenza!
En todo caso, incluso desde los tiempos de los 40 años de gobiernos civiles, la participación en este tipo de eventos, obedecía más al uso y costumbre que a un estudio de factibilidad o el desarrollo de nuevos mercados. Me explico: mientras la línea aérea de las siete estrellas surcó los cielos del mundo, Venezuela participaba en la ferias de turismo en aquellos destinos donde volaba Viasa, es decir Lisboa, Madrid, Londres, Paris, Milán y Frankfurt. Tenia mucho sentido, pues la oficina de Viasa en cada uno de esos destinos se encargaba de hacerle seguimiento a los contactos establecidos en las ferias y era el aliado natural de los turoperadores para armar paquetes y ofertas en Venezuela.
Sin embargo, al salir Viasa de la ecuación, se continuó participando en las mismas ferias y exposiciones, ahora sin tener quien hiciese seguimiento y sin tener una oficina de apoyo en estos destinos que pudiese hacer el trabajo de campo antes y después de la exposición. A nivel gubernamental poco hicieron nuestras misiones diplomáticas para llenar el vacío dejado por la línea aérea, ya que casi ninguna de nuestras embajadas contaba con un agregado de turismo o de cultura.
Tampoco se hizo un estudio serio para evaluar nuevos mercados, y me consta que las propuestas se hicieron a la Corporación de Turismo de la época. Pocos años después de la caída del comunismo en la Europa del Este, sus habitantes estaban saliendo a conocer un mundo que durante muchos años les fue imposible visitar. Un flujo de turistas de esas latitudes hubiese reemplazado el vacío que empezaba a dejar la operación de SunQuest y sus turistas canadienses, quienes durante varias temporadas generaron negocios para tantas empresas del sector. Sin embargo se siguió apostando a los ya agotados mercados de España, Italia, Alemania, etc.
Mientras nuestra participación en ferias continuó a la deriva, nuestros más cercanos vecinos, Colombia y Brasil fortalecieron sus propias ferias turísticas, convirtiéndolas en referencia a nivel internacional. Los esfuerzos gubernamentales por lograr que Fitven se consolide no han sido del todo exitosos. Sin embargo, a nivel privado, la exposición de Avavit, “Viajes y Turismo” alcanza este año su 25ta. edición. Cuando hay vacíos siempre llega alguien a llenarlos, creo que ya llegó la hora que el sector privado llene el vacío existente a nivel de ferias y aprovecha la larga y exitosa trayectoria de una feria como la de Avavit para invitar operadores extranjeros a visitarla, ver la oferta del país y hacerla crecer hasta convertirla en una feria de categoría internacional. Ya sabemos, por experiencias en países vecinos, que sí es posible y las condiciones están dadas.