lunes, 29 de febrero de 2016

de Ferias y Exposiciones

Espacio vacio donde estaría el stand de Venezuela

En el primer trimestre de cada año se realizan importantes exposiciones de turismo para nuestro país. En enero FITUR en Madrid, en febrero ANATO en Bogotá y en marzo el IBTM de Berlín y la WTM LA en Sao Paulo.

Hasta este año, la presencia de Venezuela en FITUR había sido constante. Sin embargo, las deudas, compromisos no honrados, amen de la característica improvisación de la revolución bolivariana, al igual que en otros sectores, también tocó al turismo. Ello llevó a la cancelación de la participación nacional a escasos días de la inauguración de la feria, dejando vacio el espacio donde estaría el stand ¡Mayor vergüenza! 

En todo caso, incluso desde los tiempos de los 40 años de gobiernos civiles, la participación en este tipo de eventos, obedecía más al uso y costumbre que a un estudio de factibilidad o el desarrollo de nuevos mercados. Me explico: mientras la línea aérea de las siete estrellas surcó los cielos del mundo, Venezuela participaba en la ferias de turismo en aquellos destinos donde volaba Viasa, es decir Lisboa, Madrid, Londres, Paris, Milán y Frankfurt. Tenia mucho sentido, pues la oficina de Viasa en cada uno de esos destinos se encargaba de hacerle seguimiento a los contactos establecidos en las ferias y era el aliado natural de los turoperadores para armar paquetes y ofertas en Venezuela.


Sin embargo, al salir Viasa de la ecuación, se continuó participando en las mismas ferias y exposiciones, ahora sin tener quien hiciese seguimiento y sin tener una oficina de apoyo en estos destinos que pudiese hacer el trabajo de campo antes y después de la exposición. A nivel gubernamental poco hicieron nuestras misiones diplomáticas para llenar el vacío dejado por la línea aérea, ya que casi ninguna de nuestras embajadas contaba con un agregado de turismo o de cultura.

Tampoco se hizo un estudio serio para evaluar nuevos mercados, y me consta que las propuestas se hicieron a la Corporación de Turismo de la época. Pocos años después de la caída del comunismo en la Europa del Este, sus habitantes estaban saliendo a conocer un mundo que durante muchos años les fue imposible visitar. Un flujo de turistas de esas latitudes hubiese reemplazado el vacío que empezaba a dejar la operación de SunQuest y sus turistas canadienses, quienes durante varias temporadas generaron negocios para tantas empresas del sector. Sin embargo se siguió apostando a los ya agotados mercados de España, Italia, Alemania, etc.

Mientras nuestra participación en ferias continuó a la deriva, nuestros más cercanos vecinos, Colombia y Brasil fortalecieron sus propias ferias turísticas, convirtiéndolas en referencia a nivel internacional. Los esfuerzos gubernamentales por lograr que Fitven se consolide no han sido del todo exitosos. Sin embargo, a nivel privado, la exposición de Avavit, “Viajes y Turismo” alcanza este año su 25ta. edición. Cuando hay vacíos siempre llega alguien a llenarlos, creo que ya llegó la hora que el sector privado llene el vacío existente a nivel de ferias y aprovecha la larga y exitosa trayectoria de una feria como la de Avavit para invitar operadores extranjeros a visitarla, ver la oferta del país y hacerla crecer hasta convertirla en una feria de categoría internacional. Ya sabemos, por experiencias en países vecinos, que sí es posible y las condiciones están dadas.



lunes, 8 de febrero de 2016

¿Qué hacer en la cima?

Si bien es cierto que la construcción del Hotel Humboldt fue, mas que un obra planificada y estudiada, un alarde de modernidad y progreso por parte de aquella dictadura, es igualmente cierto que la estructura está ahí y que debe buscarse la mejor manera de hacer de ella algo útil y provechoso.

Hotel Humboldt, en l acima del Avila.


Cuando se construyó se sabia que sin un casino que proporcionara ingresos, el hotel por sí solo era inviable económicamente. Siempre se ha hablado de esa posibilidad, al igual que la posibilidad de convertirlo en hotel escuela. Lo que nunca se ha planteado (al menos hasta donde yo conozco) la posibilidad de ampliar el hotel para llevarlo a un numero de habitaciones que lo haga rentable. Ello no implica la construcción de una nueva torre, por el contrario, nada que altere el perfil de la montaña. De tomar esa decisión, debiera realizarse la construcción de una estructura de bajo impacto ecológico, en forma de terraza escalonada que descienda por la ladera dela montaña. La vertiente norte, la que da hacia el mar, tiene un pendiente mucho menos pronunciada que la mira hacia Caracas, prestándose para este tipo de edificaciones, además de brindar a los huéspedes vista al mar en todas las habitaciones.

Lograr que la cima del Ávila sea de interés turístico, pasa por el desarrollo de actividades recreacionales más allá de los kioscos y ventorrillos que reciben al visitante en la cima. Una de ellas pudiera ser la extensión del teleférico a otros puntos de la montaña, con paradores, restaurantes, paseos y caminerías. Otra pudiese ser la construcción de una pista de esquí artificial, como las usadas por los esquiadores para entrenar durante el verano. Dichas pistas son de fácil instalación y mantenimiento, es como una especie de alfombra sintética, sobre la cual se deslizan los esquíes tal y como si estuviesen sobre la nieve. Hay pistas de este tipo en Inglaterra, Italia, Alemania por solo mencionar algunas, las mismas pueden incluso ser verdes para mezclarse con el paisaje.


 

pueblo de Galipán

Otro punto de gran debate acerca del sistema teleférico es la rehabilitación del tramo hasta Macuto. Sobre este particular, debe pensarse y evaluarse muy bien esta posibilidad y no hacerlo por simple populismo. La capacidad de las instalaciones se encuentra ya rebasada. En temporada y días pico, hay en la cima mas gente de la que cabe. El abrir el tramo de Macuto, sin haber ampliado el espacio y la oferta en la cima, es solo empeorar lo que ya esta mal.

En los años que ha permanecido inoperativo dicho trayecto, ha surgido y crecido un barrio de unas 30 mil personas en los alrededores de la estación de Macuto, con todo lo que ello implica. Seria irresponsable con los visitantes, abrir ese trayecto sin antes haber tomado las necesarias medida de saneamiento social en esa zona. El proyecto Casas Blancas llevado adelante por la Fundación Santa Teresa y del cual he hablado en otras oportunidades en esta columna, pudiera ser una forma de mejorar las condiciones de los habitantes de dicho barrio.

Nuestro hermoso Ávila nos brinda una extraordinaria oportunidad de hacer de él un destino recreacional de primera para los habitantes de Caracas y el litoral central. Quedará en nuestras manos la responsabilidad que ello así sea.