Uno de los grandes retos del turismo o de aquellos que impulsan las políticas turísticas para un país o una región, es ver como lograr que las bondades del turismo llegan a una mayor cantidad de personas y beneficien a un porcentaje más amplio de la población.
Por lo general los beneficios del turismo se quedan en las grandes ciudades que cuentan con hoteles de cadenas internacionales de una gran capacidad o los destinos tradicionales como lo pueden ser playas, parques temáticos, estaciones de esquí, etc. Los habitantes fuera de esos destinos poco reciben de los recursos que el turismo pueda aportar, sin embargo, hay segmentos o nichos del turismo que permiten que los beneficios del turismo permeen a estratos sociales y comunidades que difícilmente se verían favorecidos por esta industria.
Como ejemplo a lo anterior, en Venezuela se llegó a contar con mas de siete mil posadas en todo el país. Ignoro cual es el numero en la actualidad, pero en todo caso, dichos emprendimientos dependen para su funcionamiento, de los habitantes de las comunidades donde se encuentran, asi como de los productos que puedan conseguirse en la zona, lo cual beneficia directa e indirectamente a los habitantes de esas poblaciones.
Las posadas suelen ofrecer una variedad de servicios, como alojamiento, desayuno, cena, y actividades. Las actividades que ofrecen las posadas pueden incluir visitas guiadas a los pueblos, excursiones a la naturaleza, y clases de cocina tradicional, visitas a talleres artesanales, visita a productores locales, etc. Las posadas venezolanas suelen ser administradas por familias locales. Esto permite a las posadas ofrecer una experiencia más auténtica y personal a los turistas. Además, las posadas suelen estar situadas en zonas tranquilas y pintorescas, lo que las hace ideales para los turistas que buscan un descanso de la vida urbana.
El turismo en los pueblos pequeños contribuye al desarrollo económico de la zona, pues el turismo genera empleos, lo que beneficia a la población local, también puede contribuir a la conservación del patrimonio cultural y natural de los pueblos pequeños, asi como ayudar a preservar las tradiciones, costumbres locales, así como los paisajes naturales.
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| Taller de hilado |
Dicha propuesta abarca variedad de oficios, incluyendo la imaginería, luthería, textil, marroquinería, joyería, alfarería, cerámica y vidrio, un patrimonio inmaterial que, hasta ahora, no se incluía en los itinerarios turísticos de la región.
Iniciativas como estas ayudan a la continuidad de oficios que puedan estar en vías de extinción a manos de los avances tecnológicos, a la vez de brindar al visitante oportunidades únicas que lo acerque a la actividad económica del destino visitado.
