lunes, 21 de septiembre de 2020

Programas de viajero frecuente, salvavidas de las aerolíneas

Sin duda uno de los grandes placeres lo constituye el poder viajar y si el viaje es gratis (o al menos eso nos hacen creer) pues ¡aún mejor!

Los programas de viajero frecuente de las aerolíneas comenzaron en la década de 1980 como una herramienta de marketing para inspirar lealtad a la marca entre los viajeros y se han convertido en una lucrativa fuente de efectivo. Las aerolíneas venden millas a los bancos, que luego las utilizan como recompensas de tarjetas de crédito, atrayendo a los consumidores de alto poder adquisitivo y alto nivel de gasto que deseen enrolar como titulares de tarjetas.

En esencia, las aerolíneas tienen dos negocios: la primera transportar personas entre destinos y la segunda vender esas personas a los bancos… por una tarifa.

Las valoraciones aplicadas recientemente a los esquemas de fidelización han superado las capitalizaciones de mercado de las propias aerolíneas, lo que implica que los inversores valoran el negocio de los pasajeros aéreos en menos de cero.


Los ejecutivos de las aerolíneas habían dado a entender en los últimos años que los programas de viajero frecuente, particularmente en Estados Unidos, son rentables. Fue necesaria una pandemia mundial para revelar cuán rentables.

Un cuarteto de aerolíneas estadounidenses, American Airlines, United, Spirit y, más recientemente, Delta, han presentado sus esquemas de fidelización de clientes como garantía para las grandes cantidades de nueva deuda necesaria para superar la crisis. Es posible que otros pronto hagan lo mismo.

Los documentos enviados a los acreedores contienen una gran cantidad de información sobre el tamaño, los márgenes y las valoraciones de los programas, desde AAdvantage de American hasta MileagePlus de United y SkyMiles de Delta, con cientos de millones de miembros entre ellos.

“La rentabilidad y el tamaño de estos programas de lealtad, es la única razón por la que American Airlines no está en bancarrota en este momento", dijo el analista de Stifel Joseph DeNardi. También "es la única razón por la que United no está en bancarrota o al borde”.

MileagePlus se valoró en poco menos de $ 22 mil millones en documentos de bonos, mientras que la capitalización bursátil de United es de solo $ 10.6 mil millones. Los tasadores fijaron el programa de American Airlines en una valoración entre $ 18 mil millones y $ 30 mil millones, frente a su capitalización bursátil de menos de $ 7 mil millones.

“Imprimir” una milla le cuesta a la aerolínea aproximadamente 14 centavos de dólar. La venden a terceros (bancos, hoteles, arrendadoras de autos, etc) por entre 30 y 50 centavos de dólar. Los bancos se la ofrecen a sus clientes a razón de un dólar la milla, con un jugoso margen de beneficio de entre el 50 y 70%. Estadísticamente el 9% de los viajes se realizan a través de programas de viajero frecuente y un 25% de las millas otorgadas no son usadas jamás (se vencen o simplemente no las usan) lo cual evidencia lo lucrativo de este negocio.

El caso es que gracias a esta práctica y a los millardos que genera, las principales líneas aéreas mundiales han podido sobrevivir a la crisis provocada por la pandemia y podremos seguir contando con ellas para continuar viajando cuando se normalice la situación.

En lo personal, dudo mucho que cuando se introdujeron los programas de viajero frecuente, hace cerca de 40 años, sus creadores imaginaran que su iniciativa sería quien salvaría a muchas líneas aéreas de declararse en bancarrota.

Fuente: Financial Times


lunes, 7 de septiembre de 2020

Viajes “low-cost” sobre rieles

Un importante segmento del transporte aéreo mundial se realiza a bordo de las llamadas líneas aéreas “low-cost” o de bajo costo.

La primera compañía de precios bajos fue la estadounidense Pacific Southwest Airlines, que inició sus vuelos el 6 de mayo de 1949. A menudo y de forma errónea se concede este mérito a Southwest Airlines, aerolínea también estadounidense que no empezaría a operar hasta 1971. Con el proceso de desregulación vivido por la aviación a principios de la década de 1990, el modelo se extendió a Europa, con aerolíneas como la irlandesa Ryanair o la británica easyJet.

A pesar de que el “boom” de las “low-cost” se dió a partir de la década de los 90 (sobre todo en Europa), ya a fines de los 70 la aerolínea Laker cubría la ruta Londres – Nueva York. Sin embargo, la crisis económica de principios de los 80 llevó a esta pionera de los vuelos “low-cost” trasatlánticos, a la quiebra.

Recientemente el concepto de los viajes “low-cost” ha ingresado, y con mucha aceptación, al mercado ferroviario.

El anuncio de un nuevo servicio de tren “low-cost” que conecta tres capitales de Europa Central, Praga, Viena y Budapest, fue hecho por la empresa privada checa Regiojet. La ruta ya estaba en funcionamiento entre la República Checa y Austria, aunque había estado suspendida desde marzo debido a la pandemia de coronavirus, pero la línea ahora se ha extendido a Hungría.

Dos trenes circulan diariamente en cada dirección, y los billetes tienen un precio de apenas 16 € entre Praga y Budapest y de solo 9 € de Viena a Budapest, ello incluye reserva de asientos y WiFi. Una verdadera ganga si consideramos que ese es el precio promedio de un ticket de un día para el transporte urbano en las principales ciudades europeas. Las clases con boletos más costosos incluyen además café gratis y refrigerios con descuento, y tienen acceso a un sistema de entretenimiento en el respaldo de los asientos.

Regiojet espera competir con las aerolíneas para ofrecer viajes más cómodos y ecológicos por la región, y aunque el tiempo de viaje de siete horas entre Praga y Budapest es significativamente más largo que el vuelo, los viajeros con mentalidad ecológica, o quienes desean ahorrar una importante cantidad de dinero, podrían optar por un servicio de transporte más sostenible,


Praga, Capital de la República Checa

Una nueva investigación ha descubierto que varios servicios de tren en Europa son en realidad más rápidos que volar, y cada vez es más fácil tomar un tren por todo el continente. A medida que se avanza para salir de la pandemia de coronavirus, algunos economistas argumentan que una nueva red de trenes "ultrarrápidos" que conecte las capitales debería ser parte de los planes de recuperación post-pandémica de Europa.

Regiojet ha tenido un verano ajetreado. En junio, la compañía lanzó un nuevo servicio de tren nocturno entre Praga y la costa croata que fue tan popular que funcionará todas las noches de la semana hasta finales de septiembre, cuando volverá a la frecuencia original de tres veces por semana. Vendió más de 30.000 tickets en sus primeras semanas y más de 4000 en un solo día, batiendo récords de venta de la compañía.

Sin duda son opciones a tener en cuenta cuando se considere viajar por esas latitudes.