lunes, 27 de julio de 2020

Los planes de la república de Georgia

Los bloqueos y los cierres de fronteras en medio de la crisis del coronavirus nos hacen repensar la forma en que trabajamos y viajamos. La pequeña nación de Georgia, antigua república de la extinta URSS, espera capitalizar la nueva normalidad dando la bienvenida a ciudadanos extranjeros para trabajar de forma remota desde el país.

Antes de la pandemia, Georgia estaba emergiendo como un punto de acceso al nómada digital y como un creciente destino turístico. La rápida respuesta de Georgia a la crisis del coronavirus ha asegurado que el país haya reportado solo 1000 infecciones. El gobierno georgiano quiere atraer a trabajadores independientes y autónomos para que vivan y trabajen allí como una forma de estimular la economía y reabrir lentamente las fronteras, de manera segura y controlada. La ministra de economía de Georgia, Natia Turnava, anunció hace poco una nueva política de visas que permitiría a los extranjeros trabajar de forma remota desde el país.

Turnava declaró que: "estamos invitando a este público objetivo en Georgia y ofreciéndoles a vivir en nuestro país. Georgia tiene una imagen de un país seguro en términos de punto de vista epidemiológico y queremos aprovechar esta oportunidad. Estamos hablando de abrir la frontera de una manera que nos permita proteger la salud de nuestros ciudadanos y ... dejar que cada ciudadano extranjero que se encuentre en esta categoría ingrese a Georgia ".

Los trabajadores remotos podrán vivir y trabajar desde Georgia, siempre que permanezcan durante seis meses o más y puedan permitirse la cuarentena a su propio costo durante 14 días a su llegada.



Anochecer en Tbilisi, capital de Georgia.


La nueva política no está dirigida a los viajeros a corto plazo, pero podría ser una opción atractiva para los nómadas digitales a largo plazo que han estado buscando un refugio seguro durante la crisis, ya que la política no discriminará a los ciudadanos de los países. que han sido duramente golpeados por COVID-19. Aún se deben anunciar detalles y requisitos más específicos, pero el esquema ya está siendo bien recibido por aquellos involucrados en la escena nómada digital de Tbilisi, la capital del país.

Después de ver crecer la popularidad de Tbilisi como un destino nómada digital, varios expatriado se residenciaron en el país, aprovechando lo económico del costo de la vida ahí, en comparación con los países europeos. Desde el anuncio de la iniciativa que plantea el gobierno, ha habido un aumento sustancial en la charla y el interés en Georgia: los nómadas digitales están entusiasmados con la oportunidad de trabajar y vive aquí.

Los trabajadores independientes y remotos generalmente se quedan más tiempo y se involucran en la comunidad y la cultura en un nivel más profundo. También tienen un mayor impacto en la economía georgiana, ayudando a las familias locales al apoyar sus tiendas, restaurantes y propiedades de alquiler.


 

El costo de vida en Tbilisi es similar al de Tailandia. Así que la inversión por su dinero en Georgia hace la vida muy cómoda. Sin embargo, a diferencia de Tailandia, se alienta activamente a los trabajadores remotos a estar aquí. Georgia tiene una actitud muy positiva hacia ese tipo de visitantes a medio y largo plazo con un ingreso estable. Esto significa que no vives en una constante incertidumbre acerca de romper las reglas ".

El gobierno georgiano publicará en breve detalles de la plataforma en línea donde los trabajadores remotos pueden presentar sus solicitudes para la nueva visa. ¿Se anima?

Fuente: Lonely Planet

lunes, 13 de julio de 2020

Nuestro Iguazú

Las Cataratas de Iguazú son uno de los atractivos turisticos más visitados de nuestro continente. Su fama y reconocimiento han logrado que una prospera actividad turística surja en sus alrededores. Hoteles de diversas categorías, paseos, tours, excursiones, comercio, restaurantes, transporte… en fin, todo lo que un destino turístico consolidado mueve y genera.

Están ubicadas muy cerca de la triple frontera entre Paraguay, Argentina y Brasil, sin embargo, solo estos dos últimos países las comparten, pues el rio Iguazú marca la frontera entre ellos.

Ciudad del Este en Paraguay con unos 300.000 habitantes, Foz do Iguaçú en Brasil con unos 254.000 habitantes y Puerto Iguazú en Argentina, con una población de solo 45.000 personas, son las ciudades que se benefician de su explotación turística. La ciudad argentina está a menos de 20 km de las famosas cataratas, por su parte la brasilera a unos 30. Indiscutiblemente la situación fronteriza, y la existencia de ciudades que suman más de medio millón de habitantes le dan vida al destino. En 1902 el gobierno argentino inicia en un plan para convertir la zona en parque nacional e impulsar su desarrollo como destino turístico, pero ya antes de 1890 se organizaban paseos turísticos para admirar las caídas de agua.

En el año 2012, las Cataratas de Iguazú fueron incluidas en la lista de las 7 maravillas naturales del mundo.

En resumen, dudo que haya un colega del turismo en nuestro país no sepa o haya oído hablar de las famosas cataratas.

Salto Pará, Edo. Bolivar, Venezuela

Sin embargo, no todos conocen la existencia de unas cataratas en nuestro país que rivalizan con Iguazú y en algunos aspectos las supera holgadamente. Me refiero al Salto Pará, ubicado en el corazón del Edo. Bolivar. El Salto Pará, o Kuyuwishodü, como es conocido por los indígenas de la zona, es un accidente geográfico que rompe abruptamente el cauce del río Caura, estableciendo la división entre el bajo y el alto Caura. Este salto de agua es el segundo del mundo en extensión, siendo el primero las cataratas de Khone, en el río Mekong, en Laos con más de 10 mil metros de anchura, pero el Salto Pará es el más grande de América, con un ancho de 5.608 m.

Como puede observarse en esta tabla comparativa, el Salto Pará tiene más del doble de ancho que Iguazú, también lo duplica en caudal. Mientras el Salto Pará tiene una altura más o menos constante, Iguazú tiene saltos que van desde los 40 hasta los 80 metros de desnivel. Este máximo lo consigue en la llamada Garganta del Diablo, ubicada en el lado brasilero. En lo que si queda totalmente minimizado nuestro Pará es en el número de visitantes. Iguazú esperaba superar el 1.7 millones de visitantes en 2020. El Salto Pará, esta literalemtne en el medio de la nada (como también lo estuvo Iguazú en algún momento) Luego de dos días de viaje desde Caracas, se llega finalmente al pueblo de Las Trincheras. El viaje desde Las Trincheras hacia el Salto Pará consiste en una navegación por el río Caura en curiara durante unas 5 o 6 horas, hasta llegar a El Playón. Desde ahí se inician las caminatas que llevan al Salto Pará. Es toda una expedición.



Pero son joyas como estas las que deben diferenciarnos turísticamente del resto del mundo. Sol y playa hay en muchos lugares, pero un relámpago del Catatumbo, un Salto Angel, un Salto Pará son únicos nuestros.

Solo deseo que cuando finalice la pesadilla bolivariana, el turismo realmente sea una prioridad y pueda hacerse un desarrollo sostenible y sustentable de nuestras maravillas naturales. Sin duda el turismo pudiera dejar en segundo plano a la explotación petrolera.