lunes, 27 de agosto de 2018

Cuando la tecnología nos alcance

No es secreto para nadie el enorme salto tecnológico que hemos experimentado en la última década. Tomemos como fecha de referencia el 29 de junio de 2007, esta no es una fecha al azar, esa fecha pudiera con el tiempo convertirse en una fecha histórica. Ese fue el día en el que Steve Jobs, uno de los más grandes creadores de todos los tiempos, lanzó al mercado el primer modelo de iPhone dando inicio a la era de los teléfonos inteligentes, los cuales, sin duda, han cambiado al mundo.

Muchos de quienes lean esta columna, con seguridad manejan buena parte de sus responsabilidades profesionales desde su teléfono móvil. Estos ya dejaron de ser simples teléfonos para convertirse en asistentes personales. Las distintas Apps existentes permiten diversidad de funciones, las cuales 11 años atrás, cuando “nacieron” los teléfonos inteligentes, hubiesen parecido cosas de película de ciencia ficción.

La influencia de estos avances tecnológicos ha permeado todos los ámbitos de nuestra cotidianidad, al punto de no imaginarnos nuestra vida diaria sin los dispositivos inteligentes. En materia de turismo podemos reservar hoteles, vuelos y vehículos de alquiler desde nuestros teléfonos móviles. Los boarding pass se han convertido en códigos QR en nuestra pantalla, el cual se valida con lector laser antes de abordar el avión.

Maleta inteligente la cual sigue al propietario

La revolución tecnológica llegó también hace unos años al equipaje, maletas “inteligentes” equipadas con una batería de litio y puertos USB que permiten la recarga de los “smartphones” de los usuarios. Una App establece la comunicación entre el dispositivo y el equipaje permitiéndonos abrirla o cerrarla pues cuentan con cerraduras electrónicas, una balanza electrónica interna evita el exceso de peso, incluso algunas de estas nuevas maletas cuentan con un motor para propulsarlas y que puedan seguir a su dueño por el aeropuerto. Hay otra función de suma importancia en estas nuevas piezas de equipaje, la cual evita la peor pesadilla de todo viajero –la pérdida de su maleta-, pues incluyen un dispositivo GPS para rastrear su ubicación en caso de que extravío.

Las líneas aéreas invierten millones de dólares anuales para mejor sus sistemas y reducir el número de maletas perdidas. El año 2016 fue especialmente bueno, se redujo la pérdida de maletas un 12,25% con respecto al año anterior, o lo que es lo mismo un 70% menos que en el 2007. La tasa de maletas perdidas rondó las 5,73 por cada 1000 pasajeros, lo cual parece poco, apenas un 0,573% pero si consideramos que ese año viajaron 3.700 millones de pasajeros tendremos que el número de maletas extraviadas fue superior a los 21 millones de piezas. Con tantas ventajas y ahorros para viajeros, líneas aéreas y aseguradoras, parecería obvio que el mercado estaría inundado con este tipo de maletas, sin embargo, su crecimiento se ha visto frenado por las mismas líneas aéreas, quienes aún no terminan de darle el visto bueno a las baterías de litio, que tantos problemas han ocasionado en la telefonía celular en años recientes. Incluso American Airlines las ha prohibido en todos sus vuelos. La explosión de una batería de litio en el compartimiento de equipaje de un avión tendría, casi con seguridad, consecuencias catastróficas.

Pero es solo cuestión de tiempo para que los fabricantes produzcan baterías seguras, sin riesgo de explosión. Cuando ello suceda, las maletas perdidas serán cosa del pasado.


lunes, 13 de agosto de 2018

Las caras del turismo de nichos

Estoy convencido que el turismo de nichos es la respuesta a muchos de los problemas que representa el turismo convencional en los destinos a donde llega en exceso, de la misma manera que puede ser una solución para el desarrollo de nuevos destinos, destinos deprimidos o lugares que busquen repuntar sus números.

El turismo de nichos podemos dividirlo en dos grandes vertientes; primero según la actividad que proponen, como por ejemplo los observadores de aves, el turismo religioso o devocional, tours fotográficos, etc. En estos casos nos enfocamos en las asociaciones, clubes o agrupaciones que reunan a estos individuos y es ahí donde realizamos nuestra labor de marketing.

La otra vertiente es aquella que encontramos en segmentos poblacionales por su estilo de vida, para quienes podemos desarrollar nuevos productos. Es precisamente en este aspecto sobre el cual quiero ampliar más la información y revisar algunos de esos segmentos emergentes. Veamos unos cuantos:

Dinks: acrónimo inglés para Double Income No Kids, o sea, dos sueldos o fuentes de ingresos, pero sin niños. Se trata de parejas con ingresos regulares que han decidido posponer la paternidad. Dado que se trata de parejas que escogen no tener hijos, disponen de tiempo y dinero para dedicar al tiempo libre. Se trata de un grupo con gustos refinados y que puede estar menos inclinado a ir a lugares de turismo familiar como podría ser la playa o los resorts. El turismo cultural en el más amplio sentido de la palabra (patrimonio, gastronomía, actividades físicas) son algunas de sus preferencias a la hora de planificar un viaje. Es evidente el crecimiento en el número de hoteles, resorts y cruceros solo para adultos.

Grupos de mujeres: Son mujeres apasionadas del viaje que quieren hacer de cada uno de los que emprenden una experiencia única, buscando conocer la realidad femenina de los destinos que visitan a través de mujeres que comparten con ellas su cultura, su experiencia y su día a día. Y muchas de ellas repiten. Su perfil responde a una edad media de 45 años, con un nivel socio-económico medio-alto. Se han hecho frecuentes los viajes de excompañeras del colegio o la universidad, que se han reencontrado gracias a las redes sociales y organizan viajes para verse y compartir luego de varios años con poco o ningún contacto.

Los BoBo’s: (que de “bobos” no tienen nada!) en inglés se refiere a Bohemian Bourgeoise o burgueses bohemios. Son personas con un nivel de vida acomodado que huyen de las etiquetas y gustos asociados tradicionalmente a su posición social. Sensibilidad social y ecológica, gusto por conocer culturas exóticas en su propio entorno. Una suerte de hippies modernos, pero con dinero.

Los Millennials: ¡Cuanto no hemos oído hablar de ellos! Pero, ¿a nivel turístico que representan? Son la generación del ‘ahora’. Buscan la rapidez y la inmediatez; su mundo está interconectado, es tecnológico y global. Buscan información en tiempo real, hacen comentarios, consultan en línea distintas fuentes antes de reservar o decidir, les gustan las experiencias locales y exigen wifi de acceso gratuito y de alta calidad.

Pank: otro acrónimo para Profesional Aunts, No Kids o las llamadas “tías profesionales”. Se trata de mujeres sin hijos que llevan de vacaciones a sus sobrinos, aunque se trata de un fenómeno más acusado en los Estados Unidos, se calcula que en Europa hay un 20% de mujeres en edad fértil que no tienen descendencia por lo que podría ser un nicho creciente en ese continente. También podría aplicar a las abuelas jóvenes, que se llevan a sus nietos de vacaciones, dándole a sus hijos unos días de descanso, paz y tranquilidad en el hogar, pero para este sub-nicho debiéramos encontrar otro acrónimo.


Familias monoparentales: un importante cambio sociológico de los últimos años ha sido el incremento de las familias monoparentales (un adulto con hijos) lo que ha generado la necesidad de viajar con niños. En España existen más de 1,7 millones de hogares monoparentales. Ya se han diseñado productos en los que no se exigen dos adultos, sin embargo seguimos viendo en muchas de las ofertas turísticas la frase “niños gratis viajando con sus padres” o “niños gratis con dos adultos en la misma habitación” . Pudiera resultar discriminatorio para las madres solteras o para las parejas que no pueden tomar vacaciones en la misma fecha y uno solo de los padres lleva a los hijos de vacaciones.

Y Ud., amigo lector… ¿se identifica con alguno de estos nichos?

Fuente: www.mrturismo.com