En mi columna anterior me referí a la importancia de la industria MICE dentro del turismo. Justo esa semana se celebraba la edición 2017 de Anato en la ciudad de Bogotá.
• Asistencia superior a 108.000 participantes.
• Más de 2000 stands en el área de exposición.
• 100% de ocupación en todos los hoteles de la ciudad y localidades cercanas.
• Generación de más de 13 mil empleos temporales durante los cuatro días del congreso, así como los días antes y después del mismo.
• Ingresos por casi 500 millones de euros para la ciudad de Barcelona.
• Más del 60% de los asistentes permanecieron hasta el fin de semana para hacer algo de turismo en la ciudad.
• Ingresos extraordinarios no determinados en restaurantes, taxis, tiendas y servicios que se vieron beneficiados por la afluencia de visitantes.
Como se puede apreciar, el impacto de eventos de este tipo favorece a diversos sectores de la economía local, más allá de las actividades propiamente turísticas.
Av. Reina Ma. Cristina, con el parque ferial a ambos lados y Montjuïc al fondo |
Son razones como las expuestas la que convierten al segmento MICE en lo más cotizado y deseado del turismo. Nuestro país cuenta con una ubicación geográfica envidiable, infraestructura suficiente para eventos internacionales importantes, atractivos turísticos para tentar al visitante a permanecer algunos días más y conocer nuestras bondades. Sin embargo, extrañamente, ni aun en la época de oro del turismo receptivo en Venezuela, los eventos y convenciones eran considerados importantes para el desarrollo turístico en el país. Hubo esfuerzos por parte del sector privado, con la creación del Buró de Convenciones y Visitantes de Venezuela, pero sin el debido apoyo oficial y de otros sectores del turismo nacional, el proyecto fracasó.
Es necesario que veamos con otros ojos este segmento, el cual es de vital importancia no solo para el desarrollo turístico, sino también para el intercambio tecnológico y la actualización de información en aquellos temas que se traten en los eventos que puedan realizarse en el país. Es una manera económica de brindar a nuestros profesionales actualización y roce internacional sobre sus áreas de especialización, sean éstas médicas o de cualquier otra disciplina.
Es mucho lo que debemos hacer en materia de turismo y el segmento MICE merece estar en un lugar preponderante en la lista de prioridades.